La Caída

        Fundado el Partido Demócrata Cristiano, el conflicto entre Perón y la Iglesia había comenzado y rápidamente lo iba a llevar a su caída. Este conflicto pudo haber sido evitado pero se dejó llevar haciendo notorias sus capacidades perdidas.

        La Iglesia comenzó su avance en el ámbito político lo que genero muchos choques con el estado peronista. Al gobierno le molestaba que se introduzca en este campo mediante la Democracia Cristiana. El conflicto estalló en septiembre de 1954 cuando en un Día del Estudiante en Córdoba, dos manifestaciones compitieron. Una organizada por los católicos y otra por la UES. En noviembre Perón lanzó su ataque contra la Iglesia. Este pareció calmarse enseguida, pero en diciembre luego de una procesión por el Día de la Inmaculada Concepción, se agudizó. 

        El estado empezó a descubrir los "vicios" de la Iglesia y así se introdujeron muchos cambios: se prohibieron las precesiones, se suprimió la enseñanza religiosa en escuelas, se permitió el divorcio vincular, se reabrieron los prostíbulos y se envió un proyecto para separar la Iglesia del Estado. La Iglesia demostró su poder como institución con movilizaciones. En junio, en la celebracion de Corpus, un jefe de la Policía quemó una bandera argentina inculpando a la oposición católica. Este fue descubierto y la Marina se levantó contra Perón.

        La Marina intentó asesinar al presidente pero falló y se produjo un ametrallamiento y bombardeo en Plaza de Mayo dónde murieron trescientas personas, así el Ejercito mostró su fidelidad. La reacción del régimen fu incendiar varias iglesias en la Capital.

        Seguido a esto vino una acitud conciliadora que llevo a Perón a negociar con la oposición diciendo que ya no era el jefe de una revolución sino el presidente de todos los argentinos. El 31 de agosto convocó por última vez a los peronistas en Plaza de Mayo y afirmó que por cada uno de nosotros caerán cinco de ellos. 

        Las fuerzas leales ya no tenían una iniciativa por lo que Perón había perdido la voluntad de defenderse. El 20 de septiembre de 1955 se exilió al Paraguay y 3 días después el general Lonardi se presentó como presidente provisional de la nación.