El discurso político y los ataques a la oligarquía no se correspondía con una conflictividad social real. El régimen peronista no ataco los intereses de las clases altas. Inclusive, hubo nuevas incorporaciones de empresarios exitosos quienes ocuparon el nombre de “nuevos ricos” y se mezclaron con la elite dirigente. Las clases medias tuvieron mas motivos de queja, que, sin embargo, fueron contrarrestadas por la prosperidad económica de los trabajadores y la educación de sus hijos (expansión de la enseñanza media y universitaria). En cuanto a las migraciones internas, la crisis de la agricultura pampeana y la oferta de trabajo industrial operaron fuertemente, y estabilizada esta, fue la mera atracción la vida en ciudades. Durante los finales de la década del 30, predominaron los migrantes de las zonas pampeanas mas cercanas y luego se incorporaron los provenientes del Interior tradicional, “el cabecita negra”. Con ellos se expandieron los cinturones de